Vi esta obra el año pasado cuando estuvo una escasísima semana en la Sala Triángulo de Madrid. Me quedé muy impresionada. El texto de Juan Carlos Rubio es muy bueno: habla de sentimientos, del paso del tiempo, de los recuerdos, del mundo que creamos, de la familia, de lo que es y lo que parece ser... Toca muchos temas de una manera sencilla pero directa, con unos diálogos brillantes, ágiles, rápidos, llenos de juego.
A que la obra tenga esta enorme calidad ayudan, por supuesto, dos grandes actores: Marcos Casanova y Humberto Rossendfeld que conocen muy bien a sus personajes (un hijo que acaba de descubrir unas cartas de amor de otro hombre entre las cosas de su padre muerto y el supuesto amante de éste último) que se encuentran por casualidad gracias al amor. La sencilla escenografía y la destacada dirección de Juan Manuel Cifuentes hacen que una salga del teatro deseando volver a verla para que no se escape ninguna de las magistrales frases que se oyen durante la hora y 20 minutos de duración.
El argumento es sencillo: la muerte de su padre obliga a David a hacerse cargo de su cosas. Entre sus pertenencias encuentra algo inesperado: cartas de amor de otro hombre. Desconcertado por el descubrimiento, decide visitar al supuesto amante de su progenitor y descubrir quién era su padre en realidad.
Estrenada con gran éxito de crítica y público en el Teatro 8 de Miami en enero de 2005, pasó a Nueva York, en marzo de ese mismo año (78 street Lab, en el llamdo Off Broadway) invitada por el Retablo Hispanic Theater. La Asociación de críticos del espectáculo de Nueva York (ACE) la nominó para cinco premios (Mejor actor visitante: Marcos Casanova, Mejor actor visitante: Humberto Rossenfeld, Mejor director invitado: Juan Manuel Sánchez Cifuentes, mejor escenografía: Juan Manuel Sánchez Cifuentes, mejor producción de drama) consiguiendo Marcos Casanova el galardón como mejor Actor visitante.
Las heridas del viento es la tercera obra del actor y autor cordobés Juan Carlos Rubio. Aunque empezó escribiendo guiones de series de televisión (le "debemos" algunos capítulos de Farmacia de guardia, Al salir de clase o Pepa y Pepe) al tiempo que participa en ellas como actor, es por sus obras de teatro por lo que más se le conoce en los últimos tiempos. Su primera obra se estrenó en 1997 -Esta noche no estoy para nadie. Por cierto, si alguien sabe de qué va, que nos lo cuente, no he conseguido encontrar el argumento en ningún sitio- y, desde entonces, no ha parado. Le siguieron Las heridas del viento, Tres, El bosque es mío, 10...
Dos obras de este autor coinciden así en la cartelera madrileña: Humo, en el Teatro Maravillas, y Las heridas del viento, en la Sala Triángulo. Sin dejar de valorar la primera (con una gran Kiti Mánver y un siempre eficaz Juan Luis Galiardo), la segunda se hace imprescindible para los amantes del buen teatro, que tendrán que apresurarse porque sólo estará nueve días en cartelera (lunes, martes y miércoles hasta el 25 de abril). Una lástima porque obras como ésta merecen ser escuchadas, vistas y atendidas más de una vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario