lunes, 19 de marzo de 2007

Tres paradas para el baile español: Sevilla Madrid Sevilla


Sutil, delicada, de un gusto exquisito y elegante es la coreografía de Rojas y Rodríguez para el Ballet Nacional de España. Su "Dualia" destaca a un nivel muy alto entre las tres coreografías que componen el nuevo espectáculo del ballet dirigido por José Antonio.

Compuesta en tres colores (blanco, rojo, negro) que le dan la elegancia, con tres elementos (castañuelas, peinetas, batas de cola) que le dan la tradición, "Dualia" es el montaje más corto del espectáculo pero el más redondo. Es el que menos taconeo tiene, pero el que transmite de forma más honda lo esencial del baile español. Con momentos que se quedan en la retina (la entrada de las bailarinas dando vueltas con sus vestidos blancos, un movimiento con Rojas y Rodríguez bailando con Elena Algado y Esther Jurado con batas de cola...), estos dos jóvenes bailarines y coreógrafos demuestran que para innovar lo mejor es ir a las raíces, a la esencia y, de ahí, extraer lo que caracteriza a esta danza.

También a muy alto nivel vuela la coreografía "Caprichos" de Fernando Romero, con momentos muy buenos como el Puente de ida y vuelta, el Capricho de Milonga o los Comparitos. Pasos muy marcados, movimientos puros y unos pasos originales para el cuerpo de baile componen una coreografía lograda.

Sin embargo, "Cambalache", la pieza de Antonio Canales, se resiente de los momentos en escena del bailarín. Como coreografía, se pueden destacar algunos buenos momentos como la Gitanería y Pena. Es una lástima que el exceso de Canales en el escenario -mientras los bailarines esperan en sillas - lastre el montaje. Su baile en el escenario se hace largo y parece obedecer más a la necesidad de aplausos que a la coreografía. Una muestra más de no saber dónde están los propios límites y de cómo se dan alas al ego. "Cambalache" agradecería la ausencia de Canales del escenario y el público, también.

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