jueves, 8 de marzo de 2007

Como abejas atrapadas en la miel


Luisa Martín vuelve después de "Historia de una vida". Y lo hace ocupando el escenario de una manera total, con un papel dentro de otro papel. Ella sola, con su personaje de Alexa Val Deveroux, genera teatro dentro del teatro encima de un escenario. Hace lo más difícil que se puede hacer: un personaje que interpreta otro papel.
Embaucadora, inteligente, atractiva y hecha a sí misma, Alexa ha creado su propio mundo de la nada. Misteriosa e hiperactiva, ha hecho del mundo de la fama y la celebridad su hogar. Esta vividora descubre al joven escritor Evan Wyler en la portada de una revista y decide proponerle que escriba su biografía a cambio de jugosos honorarios. Lo impresionante del trabajo de Luisa es que Alexa es real pero, al mismo tiempo, demasiado acelerada, demasiado frívola. Y hay algo que no parece auténtico. Un pequeño matiz que se convierte en lo esencial del personaje, ya que esconde muchos secretos que, al final, explicarán esa sensación de desasosiego que emana Alexa. De ahí que esta obra, que Luisa Martín produce junto a su compañero Albert Bori, no pueda ser definida sólo como una comedia porque va pasando por diversos géneros. De hecho, el humor de esta obra es la ironía, la sátira… una sonrisa que se te va helando poco a poco.Douglas C. Beane, el autor, ha querido criticar la fama, el éxito y todo lo que pulula a su alrededor. La juventud, la inconsciencia, el aprendizaje a costa de perder la inocencia y la ingenuidad, la venganza, la supervivencia por un lado, y los artistas y sus egos por otro. Es complicado hablar de esta obra sin contar algo del argumento, pero es necesario que no se cuente mucho para no destripar los secretos que esconde. Ágil, entretenida y aguda cuenta con unos actores muy buenos (ya he destacado a Luisa Martín, pero también José Luis Martínez, Ángel Burgos, Ana Trinidad e Inge Martín, fantásticos y muy divertidos en sus multi-personajes). Más dudas tengo con el coprotagonista, Félix Gómez que, para mi gusto, no acaba de cuajar en la química con Luisa. Quizás, con el rodaje de la obra, se vayan adaptando mejor, pero es difícil creerse esa fascinación romántico-sentimental-sexual de un escritor gay por Alexa con los matices que le da Gómez. Algo falta.

Fecha: 26/02/2007

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