jueves, 8 de marzo de 2007

Lo mejor es no hablar de nada


Miguel Mihura dixit. Pero como esto es un blog, habrá que hablar de algo que luego los lectores me protestan (sí, queridos, ¡¡¡hay lectores!!! Estoy emocionada y agradecida snif, snif. Seguid así, plis!).
A lo que íbamos después de este momentazo. Miguel Mihura, don Miguel como le llaman los personajes de esa estupenda y muy, pero que muy recomendable obra "Las visitas deberían estar prohibidas por el Código Penal" (¡qué gran verdad!),suelta lindezas de ese tipo por boca de una monja andaluza, antes vaca gallega, un señor de Murcia, un bombero torero o una novia rebelde, y otros personajes igual de absurdos y divertidos.
Yo, el amigo con el que fui y uno de un palco nos lo pasamos "jamón", como dicen en la obra. No entendí por qué la gente no se "descoxonaba" (permítanme la licencia "mexicana" absurda, creo que viene a cuento) de risa. Mi amigo me hizo notar que parecía gente un poco mayor. Vale, pero los textos de Mihura fueron escritos hace ya muchos años. Tiene un humor para todo el mundo. Y un poco estirada, continuó mi amigo. La verdad es que sigo sin entenderlo. Peor para ellos porque el del palco, mi amigo y yo pasamos uno de los mejores ratos que me ha proporcionado el teatro en los últimos meses.
Cinco minutos después de entrar en un bar cercano a tomar algo y sin poder dejar de comentar los puntazos que nos habían hecho reír más, apareció todo el elenco también a tomar "un refrigerio". Felicitando a una de las actrices por un sketch que nos había gustado mucho, ella comentaba que había sido una noche "rara", que ellos no sabían qué pensar desde el escenario. No me extraña. Le dije que no, que había sido genial y que estuvieron fantásticos. Desde luego, mira que no partirse cuando se afirma que "un paraguas es un animal anfibio porque vive tanto fuera como dentro del agua. Como los garbanzos"... No me digais que no es para caerte allí mismo de la silla. Y no cuento más lindezas para no estropearles el argumento. Pero los momentos absurdos son tan geniales que no deben perderse esta obra. Igual es eso. Que no todo el mundo entiende el humor absurdo. Por cierto, se representa en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Me comentaba un colega crítico que la idea original de recuperar textos de Mihura y unirlos (cosa que han hecho de forma excelente Eduardo Caballero e Ignacio del Moral, a los que pido desde aquí que publiquen en algún sitio, a ser posible internete, al alcance de todos, el texto de la función) había sido de Josep María Pou y que éste se había retirado del proyecto por no estar de acuerdo con los textos escogidos. Parece ser que quería utilizar algunos más "cañeros". Mi colega me decía que me imaginara cómo hubiera acabado yo de la risa si esta versión ya me había encantado. ¡Ojalá la podamos ver algún día!

Fecha:

08/01/2007

3 comentarios:

Unknown dijo...

Completamente de acuerdo. Público poco interactivo y nada consciente de "lo absurdo" a secas,o me quedé un par de veces con el ¡Olé! en la boca y el aplauso contenido.. ¡Ojalá hubiéramos podido interactuar más!! Es una obra divertida, natural y espontánea.
Grandes aciertos de dirección, la actitud de los actores tb parece muy participativa y sentida. Escenas gestuales y visuales, directas y jocosas por lo sencillas y naturales. Juegos de palabras, greguerías e improvisación.
Una Propuesta: Acudid en masa y desbancad tánto moño rancio buscando en Mihura a Buero-Vallejo. Es toda una experiencia de ENTRETENIMIENTO, dejáos llevar!
Y enhorabuena al María Guerrero, me he reconciliado tras el verano.

Anónimo dijo...

Hola, me llamo María, y he sido compañera de los actores de esta representación en "Sainetes" (del mismo director). Desde que las "Visitas" se estrenó esta temporada en Madrid, he ido a verla ya tres veces, y tan sólo llevan una semana. Tanto la composición que ha realizado Ernesto, como la puesta en escena, el vestuario, la caracterización, etc, hacen de la obra una maravilla surrealista que recuerda mucho a las mejores novelas de Jardiel Poncela, pero sobre todo hay que destacar la interpretación de estos grandes, grandes, grandes profesionales, que es absolutamente fabulosa, y que gracias a ella podemos pasar un rato entretenido, agradable, y sobre todo mágico. El público tiene buena acogida a medias, y tampoco entiendo el por qué. En mis visitas -jeje- a la obra, no podía parar de reírme, y a veces mi risa contagiaba al resto de los espectadores, y a los mismos actores que me reconocían. Al final de la obra me lo agradecieron muchísimo, porque hay veces que, como bien habéis dicho, los hay que se contienen cuando en realidad se mueren de la risa, y amigos, en el teatro no hay que aguantar las emociones, sino todo lo contrario. Os animo a que vayáis más veces si os gusta, y si no la conocéis, id también, porque es fantástica y la recordaréis mucho tiempo después. Hay que desinhibirse para poder disfrutarla al máximo, porque esta representación sirve para transportarnos a un mundo de sinsentidos, fresco, delirante, de un humor sencillo pero inteligente, y desde luego entrañable.

Espero que la disfrutéis tanto como lo hacen los actores y actrices, y todo el equipo, y como la disfruto yo cada vez que voy a verla (no me canso).

Un abrazo a todos; gracias por publicar esta entrada y permitir la participación.


M.S.

Anónimo dijo...

Tengo el texto en casa y fascino una y otra vez cada vez que lo leo. Yo estoy de acuerdo contigo y creo que hay que ser participe de las obras cada vez que se ven y no cortarse cuando te haga risa algo.

He oido que hay un grupo en Alhama de Murcia, ganador dos años del premio Buero de teatro joven al mejor grupo de la Región de Murcia que está preparando esta obra para este año 2009 y pienso ir a verla.
Lo digo por si quereis volver a disfrutarla y enamoraros con ella.

Si es así prometo dejar el día y la hora.

Hasta entonces pues, y que vivan las criaturas absurdas!